Estamos en una época de color verde, no hay duda, pues el colorcito está inmerso en todo lo que hacemos, comemos, decimos o soñamos.
Está en el cuento ambiental por aquello del calentamiento, está en los alimentos de origen orgánico por el cuento del bienestar, está en los colores del país anfitrión del mundial de fútbol, en los emblemas del perdedor de la primera vuelta presidencial en Colombia y hasta en la bandera de la U.
El veeerdeee… veeerdeee… ya no es exclusivo del Atlético Nacional, ni mucho menos de la Policía o de los paños de las mesas de billar, el verde verde se ha venido apoderando de todos los espacios, estratos, incluyendo Sisben y hasta de los más escépticos en materia de política, deportes o ecología.
Y con ese color, reitero el verde, en las últimas semanas hemos venido escuchando el cuento de una ola, que como tsunami, ha venido creciendo paulatinamente.
Bueno es cierto, en parte, pues ya saben bien los resultados de la primera vuelta de elecciones presidenciales en Colombia, estaban tan seguros de ganar y por amplio margen, que las cuentas parece las hicieron al revés y eso que “presi y vice” son respetados matemáticos, fieles discípulos de Pitágoras o Baldor, aunque de todos modos lo conseguido en las cuentas es respetable desde todo punto de vista.
Pero yo no quiero hablarles de esa ola verde, ni la que pretenden incrustar en nuestra mentes los ambientalistas, ni la que generan logros y éxitos por lo que se ponen verdes de envidia enemigos o contradictores.
Quiero hablarles de esa otra ola, u olita por el momento, que viene con el intenso aroma de los pinos verdes y solidarios del sector cooperativo, que hoy, aunque sea a las patadas tiene posición y reconocimiento en el cuestionado campeonato del fútbol profesional colombiano.
Es la OLA VERDE de un sencillo y de pronto humilde equipo de fútbol, que ya todos conocemos como Seguros La Equidad, con una bella e interesante historia desde aquellos tiempos del Olaya en Bogotá cuando recién lo fundó el Dr. Medrado, uno de los grandes bastiones de la empresa aseguradora, co-propiedad de centenares de cooperativas y fondos de empleados a lo largo y ancho del país.
El equipo de LA EQUIDAD desde cuando subió al primer renglón del rentado colombiano ha demostrado que con perfecta administración en todos sus procesos, aplicando desde luego todos los valores y principios cooperativos, se pueden caminar todos los senderos por abruptos que sean para conseguir metas y objetivos que engrandecen primero al sector, el solidario, pero también al deportivo profesional que encuentra un modelo a imitar para llegar más lejos.
Entonces, esa pequeña ola verde, pues es el color predominante del equipo asegurador, si irá creciendo, pues ya es el equipo más representativo de la capital colombiana, sus resultados de los últimos años lo confirman y si este miércoles le saca de las fauces a los tiburones en Barranquilla su primera estrella, entonces ya no habrá barreras para seguir creciendo.
De ahí que no me da pena señalar que LA EQUIDAD SEGUROS si es la verdadera OLA VERDE, sueño que forjó el Dr. Medrano y lo llevó a la realidad el Dr. Clemente, claro con la ayuda de Alexis, Joaco, “Panelo” y esa pléyade de buenos jugadores que están o han pasado por su plantilla.
Suerte amigos de LA EQUIDAD en el partido final de este corto certamen en Barranquilla, ustedes lo merecen por el trasegar seguro como su origen, transparente además y que llena de orgullo al futbol, pero ante todo, al enorme y progresista SECTOR COOPERATIVO COLOMBIANO.
