COOPECAÑA es una de las empresas cooperativas más interesantes de Norte de Santander, por su modelo, plan de negocios, estrategias y muchos otros detalles que la hacen diferente y con gran proyección.
Su base social no es muy grande, pues la integran los pequeños cultivadores de caña de azúcar del valle del río Zulia, que producen el año casi 100 mil toneladas, las cuales van directamente al Central Azucarero CAZTA en Venezuela, siendo este uno de esos detalles diferenciadores, pues es la única cooperativa que exporta caña de azúcar en el mundo.
Esta empresa asociativa con casi 16 años de existencia ha logrado en los últimos años consolidar una posición envidiable en el sector, aún a pesar de todos los inconvenientes que cada cierto tiempo impregnan con sabor amargo a ese dulce y exitoso sueño, como bien se le ha denominado.
Los largos inviernos que impiden un desarrollo normal de la zafra, pues los terrenos se anegan y algunos otros se los lleva el río que es vida constante pero también peligro en tiempos de lluvia intensa, los cierres del puente internacional, la baja del dolar y la demora inmisericorde en los pagos, no por culpa de Cazta, si por Cadivi, la entidad que "suelta" la platica para este tipo de negocios internacionales del vecino país venezolano, son algunos de esos elementos que no dejan pintar de sonrisas constantes el rostro de los curtidos cañicultores.
COOPECAÑA ha logrado en los recientes años por una eficiente gestión administrativa modernizar buena parte de sus procesos, claro sin descuidar la mano de obra, pues allí durante todo el año se generan miles y miles de horas - trabajo en las diferentes fases del cultivo que van desde siembra hasta recolección, con lo cual centenares de familias, diferentes a los asociados, se benefician con trabajo relativamente estable y bien remunerado.
Todo esto genera un movimiento económico importante que se refleja en muchos frentes de la región que incluye los municipios de El Zulia, San Cayetano, Villa del Rosario, Los Patios y por supuesto Cúcuta donde existen enormes sembradíos que enriquecen el paisaje con su verde tapete en distintas épocas del año.
EL SABOR AMARGO
Como ya lo señalamos y a pesar que es una historia bonita para replicar y mostrarla al mundo, hoy su destino lo cubre un manto gris de tormenta como no se había vivido en otras épocas.
La cañita que ellos exportaron desde hace varios meses, ya fué procesada y consumida, pero de la platica nada. Cadivi, no ha ordenado el giro de esas divisas, pocas en sentido macro-económico, inmensas para los pequeños agricultores que ocupan esta nota.
Desde agosto no les consignan y ya todas las reservas, ahorros y demás se han agotado. Por eso, como dice el gerente, EDGAR HERNAN FUENTES CAMACHO, a toda esa comunidad trabajadora que depende de Coopecaña, ni en la tienda ni en la carnicería les fían, las cuentas han crecido y eso preocupa profundamente a quienes proveen artículos de canasta familiar a estas personas.
Solo queda esperar y orar para que esos dineros puedan llegar pronto a las arcas de la cooperativa y comenzar a superar las presentes dificultades.
Ojalá que luego de la presentación en el recinto de la Asamblea de N.S., ante gremios, dirigentes políticos y medios, de todo este enredo, se pueda sacar algo positivo con el frente común que se espera entre a operar para realizar las gestiones necesarias al más alto nivel y todo pueda fluír tranquilamente como es el deseo de todos.
LA SOLUCION
Que se mejore el comercio internacional del producto es una solución a medias pues hoy existen más alternativas dentro del entorno colombiano y que pueden ser efectivas en el futuro inmediato.
Una de ellas es el montaje y puesta en marcha de la PLANTA DE ETANOL en esta región. Por el momento hay suficiente caña para la producción inicial que aumentaría progresivamente según planes ya analizados y estructurados por la misma Cooperativa que vendría a ser el gran proveedor de la misma.
El ex-ministro Arias habló hace algunos meses del tema y prometió el montaje de la misma, así como lo han hecho en otros lugares del país, entre ellos Barbosa en la región del Río Suárez, donde ya está funcionando y produciendo.
Claro que las ventajas de la región del Zulia son enormes, comparadas con las tierras santandereanas, donde por lo quebrado del terreno, buena parte del transporte del producto debe hacerse en forma arcaica y por demás onerosa a lomo de mula.
Pero uno no entiende como dirigentes menospreciando el asunto, quieran darle zancadillas a este sueño, señalando que es imposible financieramente empezar con 15 mil litros día, si el futuro es abrumadoramente fabuloso para el producto, pues tiene mercado asegurado y platica a la mano en negocios netamente colombianos.
Ahora, si comenzamos programando más y más estudios de factibilidad, proyecciones injustas, nombrando comisiones para el efecto y discutiendo todo en permanentes comités, seguro que todo se puede diluír o evaporar como alcohol puro, haciendo trizas un sueño que puede ser dulce y hasta empalogoso por todo lo bueno que puede traer para asociados a Coopecaña, corteros, cadeneros y demás fuerza laboral que se nutre de esta esperanzadora planta que altiva crece y se multiplica en las fértiles tierras del Valle del Río Zulia.
Y que no pase como ese otro sueño truncado de hace varias décadas como lo fué Azurca, que lo dejaron morir arrebatándole sus mejores signos vitales.
El frente común no debe ser solo para cobrar la deuda de Cazta (Cadivi) sino para hacer realidad la planta, el gobierno nacional está invirtiendo en eso y ya son varias las regiones beneficiadas, ¿Por qué no ahora el Norte de Santander ? Esa es una tarea para que nuestros dirigentes, los de verdad, los que sienten la tierrita, comiencen a trabajar.
1 comentario:
Sin lugar a negativas, COOPECAÑA es un hito para el mundo cooperativo y comercial del país. Es triste y lamentable, que ello o se reconocido como se merece y que se encuentren en las penurias nombradas. En Colombia, un país donde nos quejamos por fútbol, reinas y otras banalidades, incluso nos inventamos marchas, está sea la hora donde o se ha hecho nada por esos trabajadores acérrimos del Norte de Santander. Todos deberían impulsar su queja frente a dicha problemátia y no dejarla en simples palabras.
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